martes, 22 de febrero de 2011

Lo SUperREAL


Un espíritu deja por fin de usar de lazarillo al pensamiento.
La razón no existe más que en un hilo de baba rodando sobre las plumas.

La muchacha muta los jirones de su piel en cuero de serpiente.
Se solidifica la sangre. Se evaporan los latidos.
Ya no necesita de la comida, su estómago se ha perdido en el desierto.

El bueno es malo y la fea, bella;
El inseguro, afirma y el talentoso es mediocre.

Los sentidos siempre la han engañado.
Sus ojos tocan, sus manos huelen.

El hombre es invisible.
El mundo, voluble.

En el amanecer, los pájaros chirriantes dan a luz un niño azul,
Muere de un ataque de vida, el hombre tallado en piedra.

El vivo se petrifica.
El muerto engendra vida.

El sol y la luna se fugaron con Venus.

La claridad enceguece.
La oscuridad despierta a la visión.

Cuando descree por fin de la vigilia,
los sueños se materializan.


Malena Umérez (Febrero 2011)

1 comentario:

Leo Felipelli dijo...

"En el amanecer, los pájaros chirriantes dan a luz un niño azul,
Muere de un ataque de vida, el hombre tallado en piedra."



Con esa frase, mi cabeza se fue a buscar al estómago de la muchacha. Alucinante texto, Male.